¿QUE NOS QUEDA, DE DÓNDE COLGAMOS EL SOMBRERO?

En días como hoy me las veo y me las deseo para no echar una lágrima, me sigo preguntando como me puede seguir costando tanto pedir un abrazo... en días como hoy me lamento de no haber podido llegar a ser tan fría como siempre he querido, porque nunca me había dolido tanto despertarme, nunca me había dolido tanto el pecho, ni el estómago, nunca las ganas de todo habían sido tan pequeñas, nunca Marlango tan alegre, nunca el destino tan caprichoso... nunca me había dado tanto miedo algo.
Quizá porque nunca nadie me quiso tan poco como para hacerme tanto daño al quererme tan a su manera... quizá, y esto es lo más probable, porque como siempre me toca perder sin poder ni querer marcharme de tu lado.
Es triste que un te quiero se tenga que quedar en el estómago mientras en su lugar intentas arrancarte de las entrañas una sonrisa envuelta en celofán con un lazo, es triste que ni tu te creas ni yo pueda desecharlo.
Quererte así es un error, bendito error, porque por un segundo de mariposas estoy dispuesta a sufrir todos los años que tu tantas veces prometistes de comer perdices.
No se que pedir, no se por lo que rezar, si es que la fe en esto cuenta, no se que hacer para borrar lo que no ha pasado.

XxX.

Comentarios

Entradas populares de este blog

SILENCIO EN ODESSA

Huxley & Manet